(de izquierda a derecha: Sebote El Bothe, Ignacio "El pulcro" Del Real, Sebastián Astorga A)
SOBRE “DIARIO EN PENA”, DE SEBASTIÁN ASTORGA
Qué decir en estos casos. Qué decir de este libro, que he leído, releído, mano a mano con Sebastián. Qué destacar, cómo abordar, cuando hemos confundido nuestras escrituras en un maravilloso viaje.
Diario en Pena, laureado libro de Astorga, ópera prima del autor, se presenta como un libro de poesía, muy lejos de una colección de poemas, compuesto de poemas breves que se enlazan unos a otros, conformando un libro sólido. En sus versos, sitúa la naturaleza, sus desastres, su fuerza, su inmensidad como metáfora inagotable…
“No se puede dormir tranquilo
es un hecho
se inundan las sábanas
la columna es un leño contra las rocas”
*
“Ahora partidos por un océano”
*
“Soñé que nadábamos a la Argentina
al lugar donde se van a aparear las ballenas”
*
“Está nublado dentro y fuera de la pieza”
*
Fiel a sus principios, a sus silencios, el libro carece de esas odiosas grandilocuencias , los poemas, se componen de manera brillante, de una pulcritud que asombra; secos, redondos en su estilo, en su forma, lleno de imágenes y calma –dentro de la evidente desesperación de este libro- asombroso, sabiendo que se pueden escribir textos tan deleznables y cursis bajo el pie forzado del dolor amoroso , escritos con resignación, a veces riéndose de sí mismo, a veces llenos de ironía.
Como si hubiera una confabulación, o como si Astorga hubiese seguido al pie de la letra las cartas de Rilke al joven poeta, pero porfiando y con testarudez, logra este libro…
“No escriba poesías de amor; apártese ante todo de esas formas que son demasiado corrientes y habituales: son las más difíciles, porque hace falta una gran fuerza madura para dar algo propio donde se transmiten a la multitud tradiciones buenas y, en parte, también brillantes” (Cartas a un joven poeta, 22, Rainer Maria Rilke)
“Por eso sálvese de los temas generales y vuélvase a los que le ofrece su propia vida cotidiana: describa sus melancolías y deseos, los pensamientos fugaces y la fe en alguna belleza: descríbalo todo con sinceridad interior, tranquila, humildemente, y use, para expresarlo, las cosas de su ambiente, las imágenes de sus sueños y los objetos de su memoria” (Idem, Ibidem)
Y eso hace Sebastián, un libro lleno de zanahorias, compac disk, cajas, departamentos, cervezas, refrigeradores, brócolis, zapallos italianos, alambres de púas, vueltas a la manzana, lechugas, pimentones, piscolas, botellas de anís y los bellos objetos de su memoria, los casi indecibles, los casi cursis y vergonzantes, se contrapesan con todo lo estrictamente antipoético, que es la poesía al fin y al cabo, el recambio evidente y brillante, dejándonos con la pregunta de rigor, hasta dónde es poesía, qué es poesía, además de meternos en un mundo tan conocido y cercano, sincero, cotidiano.
También, el autor, se va acompañando de sus lecturas, que lo justifican y anclan el libro; San Agustín, Lao Tse, Gonzalo Rojas, Joseph Conrad, Dostoievski, Pavese, Barthes finalmente, cerrando el libro. También aparece la música, cosa que quizás caracteriza su poesía, su forma de hacer arte.
En los peores momentos aparecen Víctor Jara, Nick Drake, Miles Davis, Leonard Cohen, Los Ramones, dando a entender la posibilidad de una conspiración. Cuántas veces hemos pensado realmente, sin ninguna duda, en casos como estos, que somos víctima de una conspiración…
me come la tristeza
y Leonard Cohen aparece
-así como así-
cantando.”
*
“Hasta Los Ramones suenan melancólicos”
*
“No hay nada más difícil
que vivir sin ti
grita la radio en todas las esquinas.”
Borges nos dice en su libro Elogio de la Sombra “Dichosos los que saben que el sufrimiento no es una corona de gloria”…está también es para ti, si te hubiese conocido antes, si me hubiese leído el libro del que cito antes “Felices los amados y los amantes y los que pueden prescindir del amor”. O lo que me dijo Diego Maquieira “Esto es para valientes” Qué cosa, ¿la poesía? la vida, la muerte, el amor, las mujeres, cada paso, cada caminata, cada silencio, cada grito, cada locura, cada momento de tedio, Qué cosa, ¿la poesía? Hoy pienso que sí.
Tuvimos que esperar tres años para tener este libro a nuestra disposición. Quizás, la historia es lo que protege a Sebastián. “Demorándome” responde siempre Gonzalo Rojas al preguntarle como se llega a componer un buen libro, un buen poema. Creo que es el momento preciso, exacto.
Diario en Pena por fin aparece.
Me parece un error relacionar la poesía de Astorga tan cerca de Claudio Bertoni. No nos podemos olvidar de Cardenal, Sandro Penna, de todos los que han hecho poesía “objetiva” y menos de Sebastián. Defiendo a muerte la existencia de un registro propio, de esa llamada “voz”, que tarde o temprano aparecerá ante ustedes en otros libros, como “Imágenes del ocio” o “Juego de Cartas”. Ese tono casi sin tono, esa contención de telegrama, lo justo, “menos es más”.
Casualmente, la idea original de esta publicación, estaba ligada a la construcción de un gran papiro. Y justamente –como escribí por ahí alguna vez- este libro se lee para “el lado”, aunque Sebastián escriba para “abajo”, pero sabemos que la escritura, justamente, no tiene que ver con la posición de las letras o el género, lo que es, se ve en otro lado, en la lectura.
Quisiera decir algo, que, no tiene directa relación con “Diario en Pena”, pero sí con Sebastián, con este momento que considero histórico, por lo menos, entre los que nos rodeamos. Creo que no es casual la unión que se ha ido forjando poco a poco, y resalto esto, sin premeditaciones. La aparición de de el pintor Ignacio Del Real (Autor de la portada de Diario en Pena), la aparición, o reencuentro con el pintor Sebastián Maquieira. Cómo no, Malaletra editores. También, la aparición de Perrosky y Carlos Cabezas, quienes trabajaron codo a codo con Puta Marlon, banda de Sebastián y mis amigos, banda que va como avión, pero por tierra, en su primera gira por Sudamérica.
En definitiva creo que algo está ocurriendo, algo termina de afianzarse hoy en este lugar. Por lo menos algo entre nosotros, los amigos, Los Destemplados… Finaliza o empieza un año brutal, donde por fin se hace público nuestro trabajo individual que finalmente es grupal. Es por eso que estamos acá, Jung lo llamó Sincronía, Nietzsche “Círculo del Eterno Retorno”… Yo no tengo idea, pero estoy emocionado, los pelos se me erizan, y eso dice mucho más.
Santiago, 25 de marzo de 2009
Gabriel Zanetti
1 comentario:
Por la crítica, creo que de estos poemarios son los que deberían de llegar también por aquí.
Saludos.
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